28.5.11

Había una cosa que sabía a ciencia cierta. Lo sabía en el fondo del estómago y en el tuétano de los huesos.. lo sabía de la cabeza a los pies, lo sabía en la hondura de mi pecho vacío. El amor le concede a los demás el poder para destruirte, a mí me habían roto más alla de toda esperanza.. pero yo lo necesitaba, le necesitaba como si fuera mi droga, lo había usada de muleta durante mucho tiempo.. y ahora estaba más enganchada de lo que había planeado volver a estar con nadie.

No hay comentarios:

Publicar un comentario