22.8.11


Y se quedó observando cómo dormía, escuchando su ligera respiración, acariciando sus finos cabellos. Dándose cuenta de lo que tenía, ella era suya, ella siempre será suya, pase lo que pase, suya y siempre.
Él no lo sabe, él no se da cuenta, de que ella es la persona más feliz del mundo cuando él duerme junto a ella, cuando él la abraza, cuando él le da lo que ella quiere, cuando él es suyo y sólo suyo, cuando cada mañana besa sus labios, cuando se cruza con él y sigue su camino como si fuera un desconocido, cuando él la intenta poner celosa, cuando lo consigue, y cuando él corre hacia ella, riéndose, directo a abrazarla y a decirle un simple: "hoy te quiero a ti, sólo a ti", sin perder esa sonrisa que le vuelve loca

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