cada noche..

Llego a mi casa aturdida.. son sólo las dos pero para mí la noche acaba, no hay ganas de seguir intentando mentirme un poco.. así que me tomo un Cola-Cao y en mi cama me coloco. Dispuesta a leer algo callendome dormida en no mucho mientras alguna balada desgarradora escucho. La televisión del vecino se oye desde aquí, me pone nerviosa aunque no es novedad que esté así. Las paredes a veces parecen las de un calabozo y el egonismo una trampa con la que ni gozo. Alguien estará peleándose en algún bar.. yo peleo con el vacío pero apenas lo puedo tumbar. Las notas de piano son una fábrica de frases, pero ésta es la única manera de poder acompañarme.. tras unas líneas leídas la concentración me abandona y sucede que miro a mi tortuguita y me canso de ser persona. Me pongo en el tuenti en busca de un alma insomne.. "el amanecer es una emboscada" en mi estado pone. Echo un ojo a mis contactos y las pulsaciones se disparan cuando le veo conectado y veo una foto de su cara, parece mentira yo un día besé esos labios mientras decían cosas de las que aún ando enamorada, ganas de preguntarle.. "¿qué tal?¿cómo va todo", pero me dolería demasiado ser su colega sólo. Además sería absurdo así que me pongo una canción que silencie el llando de lo que en su despedida nació.. intimo desconocido no me dice nada, tal vez pensando lo mismo o hablando con un ligue anda. En unos segundos pasa media hora, la música seca mis ojos pero mis manos lloran.. apunto de escribirle pero mi pulso se colapsa y me dan collejas todas las paredes de casa. Tengo miedo que por su parte todo sea frío y compruebe que nuca más estar al lado mio, pienso en desconectarme pero me prometo una canción más, y le digo.. "cuéntame como te va" y para rematar.. "¿cuando volverás?". Nerviosa como la primera vez que lo besé, surrealista si hace un año nos acariciamos, la nostalgia es peor que añorar lo que nunca sucedió.. mis ojos son cables de alta tensión. Mojándose por no escuchar su voz.. esa chispa loca por prender la llama,  mi mirada perdida se encuentra con una pantalla.. en silencio y sin decir nada ninguno de los dos calla. Busco su foto para abrir la ventana.. cuando atónita me quiebro entera, se ha desconectado. Derrotada y rota sólo puedo apagar el ordenador y resignarme a un adiós que ni su mano ejecutó.. recuerdo cuando golpeábamos las teclas juntos, entre bromas y besos, que sucedió otra vez me pregunto.. Me largo a la cama aunque se que no dormiré.